A Note From Fr. Oswaldo
Holy, Holy, Holy!
Every time we go to Mass, and the priest recites the preface, as a prelude to the Eucharistic prayer where the consecration takes place, as a response to the preface and, a sign of contemplation of the presence of the Almighty, we acclaim; Holy, Holy, Holy, is the Lord, God of the Universe!
And what does it mean? Unfortunately, we do not have much space to fully explain what it means. But we can say that it is the song of the seraphim in the presence of Almighty God. In the antechamber of the kingdom of heaven (Is 6, 1-2a. 3-8), we sing “holy” three times every day and at every Mass. Perhaps we do it very quickly and even out of tune and nothing more and nothing less. It means that we will be in the presence of God, that we will enter heaven and enjoy eternal goods.
Who deserves to get to heaven? Only those who are clean from all sins. That's why Isaiah says "Woe is me! I am lost, because I am a man of impure lips, who dwell in the midst of a people of impure lips".
If at each Mass we thought that the moment we sing the saint three times, we are ready to see the King of Hosts, the Almighty God, the Omnipotent God, we would say like Peter in the Gospel, “Get away from me, Lord, because I am a sinner!” Many times, we repeat phrases that we do not know what it means; like " There's always more fish in the sea." In this case, when we are in mass, let us think; if we are worthy to be in the presence of God when we sing, “Holy, Holy, Holy”.
¡Santo, Santo, Santo!.
Cada vez que vamos a misa, y el padre recita el prefacio, como antesala a la plegaria eucarística donde se realiza la consagración, como respuesta al prefacio y signo de contemplación de la presencia del todopoderoso, nosotros decimos; ¡Santo, Santo, Santo, es el Señor, Dios de Universo!.
Y ¿qué significa?; lamentablemente, no tenemos mucho espacio para explicar con amplitud lo que significa. Pero si podemos decir, que es el canto de los serafines en presencia de Dios Todopoderoso. En la antesala del reino de los cielos. (Is 6, 1-2a. 3-8). Cantar tres veces santo lo hacemos todos los días y en cada misa, tal vez lo hacemos muy rápido y hasta desentonado y nada mas y nada menos, significa que estaremos en la presencia de Dios, que entraremos al cielo y disfrutaremos de los bienes eternos.
¿Quién merece llegar al cielo?; sólo los que están limpios de todos los pecados, por eso Isaías dice “¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros,”
Si en cada misa pensáramos que el momento en que cantamos el santo tres veces, nos disponemos para ver al Rey de los Ejércitos, al Dios todopoderoso, el Dios omnipotente, dijéramos como Pedro en el Evangelio, ““¡Apártate de mí, Señor, ¡porque soy un pecador!”. Muchas veces repetimos frases que no sabemos que significa; como “Hay más peces en el mar”. En este caso, cuando estemos en misa, pensemos si somos dignos de estar en la presencia de Dios cuando cantemos, “ Santo, Santo, Santo”.
Fr. Oswaldo Roche
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