A Note From Fr. Oswaldo
To be holy is our goal.
For a long time, humanity has wanted to know about life and death, what lies beyond this material and temporal reality. For this, he has believed, that you can talk to the dead and have them say, What is the afterlife like? And if we can avoid death. In the Gospel of Luke 12:26, he says that "there is a gulf between us and those who are already in heaven." And no matter how much we believe, that we see ghosts behind doors, many times, it is the product of our fears and not of reality.
With baptism, we receive the vocation to be saints; like them, we have the necessary tools, such as the sacraments, works of charity and the proclamation of the gospel. The communion of saints is part of our creed, it is our faith and we profess it with our lives. Once, someone asked, what is a saint? Someone who does not eat, or drink, or sleep, and does not go to the bathroom?
Others say that to be holy is to be on your knees all the time praying, or locked up so as not to sin. But that is very far from reality, because sometimes we confuse being holy with being an angel. The saints are those who, being sinners, have decided to take the path of Christ. Christ calls the sick to heal him. Do not fear, you can also be holy, because that is our goal, to reach the kingdom of heaven, which Christ has promised to all of us who accept his cross.
Ser santos, es nuestra meta.
Por mucho tiempo, la humanidad, ha querido saber sobre la vida y la muerte, lo que hay más allá de esta realidad material y temporal. Para ello, ha creído, que se puede hablar con los muertos y que ellos digan, ¿Cómo es el más allá? Y si podemos evitar la muerte. En el evangelio de Lucas 12, 26, dice, que “hay un abismo entre nosotros y los que ya están en el cielo”. y por más que creamos, que vemos fantasmas detrás de las puertas, muchas veces, es producto de nuestros miedos y no de la realidad.
Con el bautismo, recibimos la vocación de ser santos; para ellos, tenemos las herramientas necesarias, como los sacramentos, las obras de caridad y el anuncio del evangelio. La comunión de los santos, es parte de nuestro credo, es nuestra fe y la profesamos con nuestra vida. Una vez, alguien pregunto, ¿qué es un santo?, ¿alguien que no come, ni bebe, ni duerme, y no va al baño?.
Otros dicen que ser santo es estar todo el tiempo de rodillas rezando, o encerrado para no pecar. Pero eso está muy lejos de la realidad, porque avece confundimos el ser santos, con el ser un ángel. Los santos, son aquellos que, siendo pecadores, han decidido tomar el camino de Cristo. Cristo llama al enfermo para curarlo. No temas, tú también puedes ser santo, porque esa es nuestra meta, llegar al reino de los cielos, que Cristo nos ha prometido a todos los que aceptemos su cruz.
Fr. Oswaldo Roche
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